• “Ambar Adela: La fuerza del corazón”

    HACE CALORCITO ESE DÍA DE AGOSTO. LUNA Y YO CAMINAMOS EN EL LABERINTO DEL MERCADO DE ARTESANÍAS DE STO. DOMINGO. MEDIO MAREADAS POR EL CALOR Y LOS COLORES (Y YO POR LA ANEMIA), NOS DETENEMOS A VER UNAS PULSERITAS DE CUARZO EN UNO DE ESOS PUESTOS REPLETOS DE COLOR. LA PULSERA QUE LE QUIERO REGALAR A LUNA LE QUEDA ALGO GRANDE – “SI LE GUSTA SE LA PUEDO ADAPTAR A SU MEDIDA”. CINCO SEGUNDOS DESPUÉS ESTOY ENFRENTE DE UNA GUAPA MUJER DE APARIENCIA INDÍGENA, CON SU CARA MUY BIEN MAQUILLADA Y UNA ENORME SONRISA CON HOYUELOS. ES ADELA, LA DUEÑA DEL PUESTO, CON SU PROPIA MARCA DE JOYERÍA “ÁMBAR ADELA”. RESALTA LA VOZ CLARA Y SUAVE QUE SE INTERCALA FRECUENTEMENTE CON UNA RISA CONTAGIOSA. SOBRE TODO, ANTE MI SORPRESA AL EXPLICARME QUE TAMBIÉN ES AUTORA DE LA ROPA BORDADA QUE VENDE. EN ESE MOMENTO ME FIJO BIEN EN LA MERCANCÍA A MI ALREDEDOR:  ROPA BORDADA, JOYERÍA DE PLATA Y PIEDRAS SEMI-PRECIOSAS, APARTE DE LAS DE ÁMBAR. – “NO PUEDO CREERLO! DE DÓNDE SACAS EL TIEMPO?!”. – VUELVE A REÍR – “POR QUÉ NO ME VAS A CREER? MIRA, CUANDO LAS COSAS SE HACEN CON GUSTO, NO IMPORTA SI SON CHIQUITAS, PERO SALEN BIEN. PASO A PASO.” ASÍ EMPEZAMOS UNA CONVERSACIÓN QUE ME LLENÓ DE ADMIRACIÓN. 

    La historia de Adela

    Adela viene de la comunidad Tzotzil de un pueblo cercano. Su mamá le enseñó a bordar desde que era niña. Se casó muy joven y tuvo tres hijas, ahora jóvenes adultas. Cuando me dice su edad (solo es seis años menor que yo, pero parece que fueran más de diez), casi me voy de espaldas y exclamo:

    —¿Qué?! ¡¿Cuarenta y dos años?! ¡No te creo!

    Su risa vuelve a cascabelear:
    —¡No me crees nada! Pero es que cuando estás bien de espíritu y haces las cosas con cariño, pues tu cuerpo lo refleja.

    Me cuenta que hace ya mucho se divorció del padre de sus hijas. Debe de haber sido una época difícil, pero no noto ni rastro de rencor o amargura en su cara. Más bien una alegría serena:

    —Es que mírame, vivo mejor así, me ha ido bien —y se vuelven a marcar los hoyuelos de su sonrisa—. Me divorcié porque de todas maneras no contaba con él. Ya viéndome independiente, tenía que decidir qué haría para sacarnos adelante, a las niñas y a mí.

    “Cuando estás bien de espíritu tu cuerpo lo refleja”

    Adela Gómez

    De bordados a cuentas

    Ahí es donde me acordé del bordado de mi mamá. Empecé bordando blusas para vender en el mercado con cosas que me gustan: flores, frutas y pajaritos. Mi estilo de bordar se vendía bien. Así que empecé también a bordar otras prendas, pero no solo artesanales, sino también jeans, chamarras, sacos, de todo. Eso sí, hacía cosas que me gusta hacer.

    Los accesorios siempre me han gustado. Entonces, cuando pude ahorrar un poco, compré algunas cuentas y piedras y empecé a hacer pulseritas, aretes, cosas chiquitas. También esas cosas se empezaron a vender bien. Con el paso de algunos años mi puesto creció y pude ocupar un localito aquí en Santo Domingo. Mis hijas también crecieron, ya estaban grandecitas y tenían sus propias ocupaciones. Pero entre ellas me apoyaron al formalizar mis diseños en una marca, “Ámbar Adela”, hicieron las etiquetas para varias líneas y así… Pues aquí seguimos —culmina con una sonrisa.

    Fuerza vital

    Yo escucho con admiración. Sobre todo porque sé lo que cuesta formar una marca de joyería por experiencia propia, y no es nada fácil. Le cuento que hace años tuve mi marca “Luna de Plata” y que la dejé cuando ya tenía casi todo en forma.

    —¿Y por qué? —me pregunta.

    Con vergüenza debo admitir:
    —Falta de experiencia, pero sobre todo, miedo. Miedo a fracasar.

    Al ver a Adela tan tranquila y tan llena de confianza, ahí parada frente a mí entre todas sus mercancías, me apresuro a contarle que ahora, años después, comprendo que puedo hacer lo que quiera. Que apenas ahora siento la confianza y me atrevo también a encarar mis miedos como son. Le cuento que estoy sobreviviendo el cáncer y que estoy llena de planes que para mí son muy concretos: este viaje por México, mi consultorio como terapeuta, mis actividades de comunicación y apoyo a otros pacientes de cáncer, y mi estudio de psicología que empezaré en breve (en cuanto me deje la anemia que me trae cortita).

    Ella me dice:
    —Todo te va a salir bien, yo lo sé. Las cosas que se hacen con amor, con motivación, paso a paso, siempre salen bien. Porque así trabaja Dios.

    Y por la forma en que lo dice, siento en cada palabra la certeza. Mi cuerpo vibra con una serenidad profunda. Y en ese momento yo comprendo que a ella la mueve la fuerza vital.


    Adela y su espíritu inquebrantable

    Adela demuestra que la fuerza vital no es solo continuar cuando todo está en contra. Es encontrar la alegría en las pequeñas cosas, sentir el amor en todo lo que haces. Es saber que, pase lo que pase, siempre tienes la fuerza dentro de ti para empezar de nuevo.

    Y así sigue ella, con una sonrisa y una energía imparable, sus manos que no dejan de crear, su corazón siempre abierto para su familia y sus clientes. Con el espíritu inquebrantable de una mujer que se empeña en amar la vida pase lo que pase. Su historia no es solo una historia de valentía, sino también una oda a la fuerza del corazón.


    ¿Cuántas veces has tenido que empezar de nuevo? ¿Cuáles son las cosas pequeñas que te dan alegría?
    Comparte tus pensamientos en los comentarios.


    Si no reconoces la Fuerza Vital en tu propia vida, o sientes que la perdiste de vista en el camino:

    Dime. Estoy a un mensaje de distancia sin importar donde vives.


    Life Force Stories | Part 2

    Credits: Pictures from Adela Gómez Facebook page | Picture ‘Adela in Santo Domingo Market’ generated with AI, based on my own pictures.

  • Reflexiones en azul

    ENFRENTAR ALGO EXTREMADAMENTE FATIDICO COMO LA AMENAZA DE MUERTE ME CAMBIO LA VIDA EN TODOS LOS SENTIDOS. MI VIAJE ESTA COMPUESTO DE LUZ Y SOMBRA Y MUCHO COLOR. NAVEGO NUEVAS REALIDADES. LOS QUE ME VEN NAVEGAR, FRECUENTEMENTE ME DICEN QUE SOY FUERTE Y POSITIVA, PERO NO. SOY AMANTE DE LA VIDA. ASI FLUYERON MIS PENSAMIENTOS UNA TARDE AZUL DE ABRIL PASADO EN QUE ME MIRE AL ESPEJO.

    Qué si no derramo lágrimas?

    Sí, a mí también se me salen las lágrimas. No siempre, de vez en cuando.por ejemplo si me acuerdo de como me veía yo no hace mucho y comparo con como me veo ahora.
    Por ejemplo si me agarra el sentimiento de culpa por el cuello cuando veo a mi esposo y a mis niños llevar esta carga mía en los hombros. Y yo sentada en el sillón sin hacer nada, falta de energía.
    Por ejemplo si la frustración se me atora en la garganta, se me enredan las palabras y se me deforman las ideas a expresar. Efecto tardío de la quimio en mi cerebro.
    Por ejemplo si me siento obligada a frenar, limitada en mis ideas, menospreciados mis sueños. O cuando me vuelvo mi peor enemiga y soy mi propio carcelero, el más cruel juez.

    …cuando me vuelvo mi peor enemiga, mi propio carcelero,
    el más cruel juez

    Todo eso suele suceder a ratos. Soy humana y soy realista. También las lágrimas me asaltan y muchas imperfecciones tengo.

    Así es sin más ni menos

    Y también soy feliz, muy feliz. Tengo fuerza y energía. Sé lo que me importa en la vida y lo tengo, lo aprecio y le doy la bienvenida. Siempre lo he hecho, he construido la vida que yo quiero vivir. Carrera, poco y mucho dinero, rotundos fracasos, excelencia, ver el mundo, absorber culturas. Tengo mucho, busco lo que me gusta y lo disfruto a pleno corazón. Me encantan las puestas de sol, las noches estrelladas, la fiesta, las flores, los viajes, los libros, las pláticas con un buen vino, las botanas y tapas, maquillarme y adornarme, y reírme a carcajadas. Todo lo hago como una hedonista bien alegre. Tengo mucho, pero lo mejor son los clichés, porque es el amor de mis hijos, mi compañero de vida, mis hermanas de sangre y espíritu, y todo el montón de buenas, largas y cortas amistades que, ante todo, son sinceras.

    bailando con los pies descalzos,
    como niños bajo la lluvia

    Cómo no voy a decir “VIVA LA VIDA”?

    Hay que darles su chance a las lágrimas de vez en cuando. Con todo y todo, es bella la vida. Las lágrimas alivian, y luego podemos seguir celebrando el ritmo, bailando con los pies descalzos, como niños bajo la lluvia.

  • Auxilio, me estoy volviendo antisocial!

    ARTICULO ESCRITO ORIGINALMENTE PARA LA PLATAFORMA HOLANDESA S&S | UNOS DÍAS ANTES DE MI OPERACIÓN, LLAMO A UNAS AMIGAS, QUIEREN VERME ANTES DE LA INTERVENCIÓN. PERFECTO, DE TODAS MANERAS QUERÍA TOMAR UNAS COPAS CON MI ESPOSO EL VIERNES POR LA TARDE, ASÍ QUE PUEDEN UNIRSE. PERO LA HORA NO LE QUEDA A MI AMIGA AMALIA, POR ESO VENDRÁ EN OTRA OCASIÓN. ME SIENTO ALGO FASTIDIADA… PERO TAMBIÉN ALIVIADA. Y RECONOZCO QUE ESTO ME PASA CADA VEZ MÁS A MENUDO EN MIS CONTACTOS SOCIALES DESDE QUE TENGO CÁNCER. ¿POR QUÉ? ¿ME ESTARÉ VOLVIENDO HURAÑA?

    Huraña, ¿o no?

    Son las tres de la tarde del miércoles. Me acaban de llamar del hospital para avisarme que mi operación queda programada para el siguiente lunes por la mañana. ¡Por fin! Ya la estaba esperando. No tengo nervios, lo que sí quiero es reservar una tarde para pasarla con mi esposo, antes de que empiece toda la hilera de tratamientos. Un viernes por la tarde con botanitas y vinito. Mis amigas Sarah y Amalia dicen que también quieren venir. Solo que Amalia tiene una cita con su personal trainer que no puede cambiar. Pregunta si puede llegar más tarde, por la noche. Para mí eso ya sería algo tarde, y se lo digo. Entonces quiere venir el fin de semana, pero esos días quiero reservarlos para mi familia. Siento un asomo de irritación. Así que algo apenada y algo irritada le digo: “No te sientas obligada, ya habrá otra ocasión”. En parte me siento también aliviada, noto que cada vez siento me siento más distanciada de ella. ¿Por qué será?

    Desde que tengo cáncer, reconozco más frecuentemente estos sentimientos en mis interacciones sociales. No solo con amistades, también con contactos casuales. Por ejemplo, una conocida me envió un mensaje una semana después de mi primera quimioterapia, para ir a caminar. Se trata de alguien del pueblo que normalmente solo me saluda con la mano cuando me ve pasar. Ni siquiera sabía que tenía mi número de teléfono, menos como lo consiguió. También en este caso me sentí incómoda y algo apenada, pero la verdad es que para nada me dieron ganas.

    En momentos como estos pienso: “El cáncer me está volviendo huraña”. ¿Por qué?

    Pero no siempre es así. Tomemos este ejemplo: fui al hospital para una tomografía, esto pasó unas semanas después de mi mastectomía. La radióloga me dice: “Quítate el bra”. Sonrío y la miro, y le digo: “No tengo bra”. Nos miramos a los ojos y continúo: “No tengo senos”. Veo el susto en sus ojos al darse cuenta, pero nos sostenemos la mirada y… nos echamos a reír. Luego me hace unas preguntas: quiere saber cómo estoy y qué me parece todo este proceso. La tomografía procede y el contacto no duró más de 10 minutos de principio a fin, pero salí con una sonrisa enorme.

    Entonces, ¿qué pasa? ¿Por qué dejo que alguien se acerque y a otra persona no?

    Siempre hay una buena intención

    Partamos de estos principios: la gente actúa con buenas intenciones. Y sé que es difícil estimar qué es lo correcto para la gente a mi alrededor. Andan caminando de puntillas.

    Entonces, si sé esto, ¿por qué me resulta difícil tenerlo en cuenta? ¿Así he sido siempre? … Hubo un tiempo de fiestas, reuniones hasta la madrugada, de bailar hasta que duelan los pies. Eso es verdad. Lo que también es cierto es que siempre he preferido tener vínculos profundos, aunque eso signifique menos amistades. Al mismo tiempo, siempre me ha gustado entablar una conversación con un extraño en la calle, eso también es cierto. Pero no con cualquiera.

    Bailando hasta que duelan los pies

    Autenticidad en ‘alto contraste‘

    Esto se debe a que siempre he tenido la necesidad de conectarme con mi entorno. Así soy y espero lo mismo de mis contactos. Desde que tengo cáncer, parece que veo todo a través de un filtro de alto contraste. Concretamente: me he vuelto más sensible a la ausencia de conexión. Al mismo tiempo, necesito aún más esta conexión. La autenticidad se ha vuelto más importante para mí.

    Eso aplica tanto a mis amistades como al contacto con conocidos, pero también con la gente en la calle. Lo más importante es que se sienta auténtico, sincero. No todos los amigos quieren dejar o cambiar sus cosas para acomodarse a mi agenda. Y está bien, siempre y cuando el contacto sea sincero. Personalmente, prefiero un saludo con una amplia sonrisa de alguien que me ve pasar en la calle, en lugar de intentar ‘hacer algo grande y noble’, pero forzado. No queda, se siente incómodo. A pesar de la indudable buena intención. Me parece menos auténtico.

    ¿Qué hacer? Algunos consejos

    Entonces, para mí aplica: menos es más. Me he vuelto aún más selectiva. ¿Es esta la solución perfecta? No, hay un inconveniente: esto me puede llevar al aislamiento, claro. Aún así, es una elección consciente. Siento que esto es lo mejor para mí. ¿Es esto aplicable a todas las personas con cáncer? No, cada quien tiene su propia manera y sus propias necesidades en cuanto a sus contactos sociales. Y lo que funciona para mí, puede que no funcione para otro. Aunque sí hay algunos consejos:

    Para el entorno, los que caminan de puntillas

    1. Pregúntale a la persona (de manera apropiada y en el momento adecuado) qué necesita y como se siente más cómoda. Hazlo sinceramente, eso se siente y es más seguro que te contesten de igual manera y haya menos incomodidad.
    2. Escucha. Escucha de verdad, respeta los deseos y límites. No se trata de satisfacer tu propia necesidad de ‘hacer el bien’, sino de lo que la persona necesite, pueda y quiera recibir de ti.
    3. Sé congruente, si quieres estar cercano a la persona, mantente cercano. Si, por el contrario, honestamente tus prioridades no te permiten mantener el contacto, también está bien, pero no esperes ni fuerces la cercanía.
    4. Ofrece ayuda práctica, como cocinar o hacer las compras. Aquí también vale, lo que sea apropiado y sincero. Por ejemplo, si la persona es una mamá de otro niño de la escuela, ofrécele ir a recoger a los niños a la salida.

    Para los que pasan por algo similar a lo mío

    1. Ten en cuenta que las personas actúan con buena intención. Lo hacen con buena voluntad y es muy difícil para ellos estimar qué es lo correcto para tí.
    2. Sé sincero, sobre todo contigo mismo. Responde sinceramente y sé claro en tus necesidades, deseos y límites.
    3. Sé indulgente. Contigo mismo y con los demás, la perfección no existe.

    Al final se trata de apoyarnos mutuamente de maneras que realmente ayuden. Y eso se puede lograr manteniéndonos en conexión unos con otros. Reconociendo el espacio que hay, sin forzar las cosas. Un gesto pequeño y sincero puede ser la semilla de una gran amistad.

  • La definición del cuerpo

    MASTECTOMIA: PARA MI UNA FACIL DECISION, AUNQUE DE COMPLEJOS EFECTOS. ES QUE AFECTA EL CUERPO, LA MENTE Y EL ALMA. EN ESTAS SEMANAS, MIENTRAS ME RECUPERO, ESCRIBO LO QUE VOY VIVIENDO, ASI COMO VA SALIENDO. HOY QUIERO HABLAR DE LA TRANSFORMACION DEL CUERPO, PERO DE UNA MANERA DISTINTA, CASI METAFÓRICA. Y TAN INTIMA QUE LAS PALABRAS FLUYEN EN MI LENGUA MATERNA.

    read this post in english

    Origen – la explosión interior

    El cambio comenzó en el interior, con una explosión de mis células inquietas, aceleradas por quién sabe que cruel estrés – y la predisposición heredada -. Se desató un crecimiento caótico en mis entrañas. Veloz. Células en pánico.

    Hablé con ellas para calmarlas. Llegaron los pensamientos de amigos desde todas las esquinas del mundo. Llegaron los medicamentos y las terapias. Los bisturíes precisos. El cáncer se retiró. Los pronósticos contemplan su posible regreso a largo o a corto plazo. Yo lo afrento. Espero que no vuelva. Que mi cuerpo se mantenga alerta, sí, pero fuerte y limpio, siguiendo su ritmo natural, libre de sobresaltos.

    Evolución – la transformación exterior

    Mi cuerpo ha evolucionado: primero desde adentro – fuera mi útero y ovarios – quedando como testigo la línea del tajo desde mi corazón hasta mi vientre. Ahora, las montañas de mis senos se han allanado, dejando trazos del bisturí y un vacío a cada lado de mi pecho. Aún frescos.

    hay que tener agallas para ser testigo de mi propia transformación
    con los ojos bien abiertos.

    La definición del cuerpo

    Mis formas han cambiado. Mi cuerpo es impreciso, aún no se define por completo. Y, lo confieso, hay que tener agallas para ser testigo de mi propia transformación con los ojos bien abiertos. Y cariño por este cuerpo; para seguir encontrando lo bonito y lo bueno, lo fuerte.

    Para que encuentre sus nuevas formas: con los pies bien plantados en la vida. El corazón ligero. Y la cabeza llena del universo.

    Este es el tercer capítulo en una serie sobre el impacto de mi mastectomía, de cuerpo a espíritu. Cada semana publico uno nuevo, en este mes de recuperación postoperatoria.

    Puedes leer el segundo aquí (ENGLISH)

  • Work and Purpose II: A New Mindset

    Written in early 2024, as I found myself confronted with sick leave.

    klik hier voor de NL versie

    IT’S A RAINY RUSH HOUR EVENING IN OCTOBER 2023. I’M DRIVING BACK FROM THE OFFICE IN EINDHOVEN, FACING A TWO-HOUR COMMUTE HOME. THE TREATMENTS ARE BEHIND ME, ONCOLOGISTS HAVE DECLARED ME ‘CLEAN’. FOR NOW. EVERY DAY, I SWALLOW MEDICATION TO INCREASE MY CHANCES OF SURVIVAL. I GLANCE AT MY FELLOW COMMUTERS AND THINK, “TODAY, I MANAGED A FULL DAY OF WORK, I’M BACK IN THE GAME,” AND THEN I REALIZE I HAD CLOSED MY EYES FOR A FEW SECONDS. BEHIND THE WHEEL.

    on my way to work | Amsterdam 2023

    Update 2024 – Employability now

    Meanwhile, I am no longer working. The impact of treatment and side effects on my immunity, capacity, and body is even greater now than during treatment. Difficult, but I accept it. Although having a disease like cancer is never easy and working during illness is not always possible, working can be very valuable. For both employee and employer. It can help focus on what really matters in life. In the Netherlands, about a third of people with cancer work during their treatment. Research by TNO and the Arbo Unie shows the challenges and benefits of working during treatment:

    Employee

    • Faster recovery during and after treatment.
    • Prevention against negative mental effects during and after treatment, such as reduced risk of depression and social isolation.

    Employer

    • Reduced risk of absenteeism.
    • Increased productivity.
    • Faster reintegration process of the employee.

    Second stop on my journey: a new mindset

    The experience of working during my illness has brought me a lot. I have experienced that, when possible, meaningful work actively contributes to my well-being. Meaningful work, for me, is about connection and making a contribution to society. That’s why I now volunteer for the Olijf Foundation. Also through this blog. I want to offer fellow sufferers and their loved ones a helping hand, a place to shelter.

    There is still much to do and much we don’t know yet. This can cause unrest. But this mindset gives me confidence. It allows me to think in terms of possibilities, rather than being knocked down. And this is possible within my new reality.

    This is the second of two pieces about my experience of working during cancer treatment in the period of my first diagnose.

    READ THE FIRST ONE HERE

  • Kaleidoscope

    LEES HIER DE NL VERSIE

    A NEW REALITY

    Living with cancer is living in a new reality. From the moment of diagnosis, it’s a continuous process of discovery. Because what was once stable is now constantly changing. What was once familiar has disappeared and new things have taken its place. Constantly. Nothing is granted anymore. Uncertainty, trust, fear, hope, sadness, and yet humor… (“hey, humor… can that be?!” – you think then)

    You get a diagnosis and it’s a bomb, you undergo treatment and get hope, you ‘get better’, and then…

    The post-treatment journey is just as intense as the beginning. Just different. Because, now what? My job no longer fits, my body looks different, it reacts differently than I was used to.

    Paradox-Verlies-Opportunity

    VIEWING THROUGH THE KALEIDOSCOPE

    It’s akin to looking through a kaleidoscope. Everything changes constantly before your eyes… in shape, in color, in size. What you thought you knew could just have changed. It can make your head spin. Really. At the same time, it’s beautiful. Yes. Beautiful. If you accept this rhythm, it also offers new perspectives. I also discover strengths and qualities that I hadn’t seen before. And then I think – With a new body, new life, and new strengths, you should also be able to try on new clothes, find a new occupation, and even, perhaps, build new work. Rearrange your life again. – Right? And that’s what I’m busy with now, still very much at the beginning. And I won’t lie, I find it unexpectedly intense…

    It’s akin to looking through a kaleidoscope. Everything changes constantly before your eyes… in shape, in colour, in size. What you thought you knew may have turned completely different. It can be dizzying, indeed. Yet, simultaneously, it’s beautiful. Yes. Beautiful.

    If you embrace this rhythm, it also offers new perspectives. I discover strengths and qualities I hadn’t seen before. And then I think – With this new body, new life, and new strengths, I can take a new direction, try a new outfit, find a new way to spend my days, and even, just maybe, build new work. Rearranging my life anew. Right?

    That’s what I’m dealing with now, right at the beginning. And you should know, I find it quite intense, unexpectedly intense… It feels uncertain and, truth be told, almost every aspect of my life is uncertain.

    The kaleidoscope keeps turning…

    What I do feel certain about is that inner knowledge that IT’S-ALL-RIGHT. This is who I am now, it’s possible. It’s possible. Rearranging my life again. Enjoying my life as it is now, however long that may be. This inner knowledge is my compass. I will learn to dance to a new rhythm. I will learn to navigate with the kaleidoscope before my eyes. I choose how I want to live my life. NOW too.

  • Mindfuck

    Getting yourself and your life together through adversity is not easy. It is a whirlwind of thoughts and feelings. I wrote this post on one of those days.

    Lee la version en español

    WAITING IS NOT THE SAME AS PASSIVITY

    Today I tell myself that because I believe I need it. In these first weeks of the year, I’ve been making plans with my goals in mind: traveling, starting a blog, attending school, processing my work disability, mastectomy, and reconstruction. And everything seems to be hanging in the air. Because in the process, we have to deal with other people, schedules, doctors, schools. Weeks go by from appointment to appointment. And I, on a day like today, where I don’t see progress, oscillate between assuming the wait with a sense of guilt and the impulse to do something, anything; also with a sense of guilt.

    TICK | Do something. Make a decision. Book the first trip, buy the website. I wonder how it’s possible that all things are pending. Do others experience the same? Or is it the universe telling me something? Do I have to set things in motion, get the machinery running? Yes, no?

    TOCK | But… what if I make a bad decision? Because I’m impulsive… One must have patience for things to mature, like fruits. Everything has its time.

    TICK | But I feel that in recent years my lack of efficiency in achieving my goals has become evident. Other people just plan a trip, and that’s it. They change jobs, and that’s it. They schedule an appointment, and that’s it. And everything gets tangled up for me.

    TOCK | And what I see as I write these lines is that perhaps… the key point is to persist in these uncertain times. Breathe and continue. Just keep acting, remembering the why, those darned goals, but accepting the natural rhythm of things. So that they ripen.

  • Work and purpose I: “I have cancer and just started a new job”

    Written in early 2023, shortly after receiving my diagnosis

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    SUDDENLY IN A NEW REALITY. THAT WAS ME ON THE MORNING I FOUND OUT I HAD CANCER. EVERYTHING TOOK ON A DIFFERENT DIMENSION, A DIFFERENT PACE: MOTHERHOOD, PARTNERSHIP, LEISURE TIME, FINANCES, WORK… I WAS DETERMINED TO MAKE MY TIME AS MEANINGFUL AS POSSIBLE, AND MEANINGFUL WORK WAS PART OF THAT. BUT I HAD JUST SIGNED MY CONTRACT… HOW DO YOU TELL SOMETHING LIKE THIS? “COMPLETE TRANSPARENCY, WHAT ELSE CAN I DO?” I THOUGHT… SO, I PICKED UP THE PHONE TO CALL MY MANAGER.

    First stop on my journey: a new reality

    In early March, I signed my contract to start as a communication advisor at an organization. I had searched for people-centered work and was excited to begin. Then, that morning, I found out I had cancer. Big boom, mind-blowing. Eventually, I got an idea of how I wanted to approach this new reality. It was clear that work was an important part of it, meaningful work. It was of added value to the otherwise cancer-dominated scenery.

    Working: wanting and being able to

    It was clear to me what I wanted, but what was actually possible within my condition: What can I expect? What can I do and what am I allowed to do? What is realistic?Creating a clear and realistic picture of my medical situation was very important. It turned out that there was enough space for me to be valuable at work. It also became clear that a bit of unpredictability was part of this process, so flexibility would be key to be able to work in this new reality. Both from me and from my new work environment.

    Sharing the news

    It was one of the hardest phone calls I’ve ever had to make. I was new and definitely felt like I was letting my work down. I also didn’t yet know what to expect, but I did know that the only way forward was to engage in dialogue.

    So, I called my direct supervisor. A bombshell for her as well, of course. Just like me when I heard the news, it was now her turn to let this new reality sink in. And that couldn’t happen in just one phone call. What did happen almost immediately was crucial: it was clear that the mutual willing to collaborate was there. And that we needed transparency and flexibility to achieve meaningful work within this new situation. How? By looking at what’s possible, what could be, and always working based on a medically realistic scenario.

    at work with colleagues | Heerlen, October 2023

    Meaningful work and connection with colleagues

    All in all, I was pleasantly surprised by the reactions. My supervisor was very understanding. This made it easier for me in the effort of integrating my treatment and work. I continue to engage in dialogue with all my colleagues. This is how we build connection, which we need to achieve meaningful work together. It’s in the little things, like flexible working hours. On my turn, I am open to working at alternative times outside the regular hours, of working from the hospital when necessary. Which I have done more than once. This gives the confidence to move forward.

    – NB for the nerdish among us: TNO has research about the importance of dialogue for working during treatment or chronic disease.-

    At the end of 2023, my work perspective looks different. I’ll write about that in the sequel: Work and Purpose II: A New Mindset.