• “Ambar Adela: La fuerza del corazón”

    HACE CALORCITO ESE DÍA DE AGOSTO. LUNA Y YO CAMINAMOS EN EL LABERINTO DEL MERCADO DE ARTESANÍAS DE STO. DOMINGO. MEDIO MAREADAS POR EL CALOR Y LOS COLORES (Y YO POR LA ANEMIA), NOS DETENEMOS A VER UNAS PULSERITAS DE CUARZO EN UNO DE ESOS PUESTOS REPLETOS DE COLOR. LA PULSERA QUE LE QUIERO REGALAR A LUNA LE QUEDA ALGO GRANDE – “SI LE GUSTA SE LA PUEDO ADAPTAR A SU MEDIDA”. CINCO SEGUNDOS DESPUÉS ESTOY ENFRENTE DE UNA GUAPA MUJER DE APARIENCIA INDÍGENA, CON SU CARA MUY BIEN MAQUILLADA Y UNA ENORME SONRISA CON HOYUELOS. ES ADELA, LA DUEÑA DEL PUESTO, CON SU PROPIA MARCA DE JOYERÍA “ÁMBAR ADELA”. RESALTA LA VOZ CLARA Y SUAVE QUE SE INTERCALA FRECUENTEMENTE CON UNA RISA CONTAGIOSA. SOBRE TODO, ANTE MI SORPRESA AL EXPLICARME QUE TAMBIÉN ES AUTORA DE LA ROPA BORDADA QUE VENDE. EN ESE MOMENTO ME FIJO BIEN EN LA MERCANCÍA A MI ALREDEDOR:  ROPA BORDADA, JOYERÍA DE PLATA Y PIEDRAS SEMI-PRECIOSAS, APARTE DE LAS DE ÁMBAR. – “NO PUEDO CREERLO! DE DÓNDE SACAS EL TIEMPO?!”. – VUELVE A REÍR – “POR QUÉ NO ME VAS A CREER? MIRA, CUANDO LAS COSAS SE HACEN CON GUSTO, NO IMPORTA SI SON CHIQUITAS, PERO SALEN BIEN. PASO A PASO.” ASÍ EMPEZAMOS UNA CONVERSACIÓN QUE ME LLENÓ DE ADMIRACIÓN. 

    La historia de Adela

    Adela viene de la comunidad Tzotzil de un pueblo cercano. Su mamá le enseñó a bordar desde que era niña. Se casó muy joven y tuvo tres hijas, ahora jóvenes adultas. Cuando me dice su edad (solo es seis años menor que yo, pero parece que fueran más de diez), casi me voy de espaldas y exclamo:

    —¿Qué?! ¡¿Cuarenta y dos años?! ¡No te creo!

    Su risa vuelve a cascabelear:
    —¡No me crees nada! Pero es que cuando estás bien de espíritu y haces las cosas con cariño, pues tu cuerpo lo refleja.

    Me cuenta que hace ya mucho se divorció del padre de sus hijas. Debe de haber sido una época difícil, pero no noto ni rastro de rencor o amargura en su cara. Más bien una alegría serena:

    —Es que mírame, vivo mejor así, me ha ido bien —y se vuelven a marcar los hoyuelos de su sonrisa—. Me divorcié porque de todas maneras no contaba con él. Ya viéndome independiente, tenía que decidir qué haría para sacarnos adelante, a las niñas y a mí.

    “Cuando estás bien de espíritu tu cuerpo lo refleja”

    Adela Gómez

    De bordados a cuentas

    Ahí es donde me acordé del bordado de mi mamá. Empecé bordando blusas para vender en el mercado con cosas que me gustan: flores, frutas y pajaritos. Mi estilo de bordar se vendía bien. Así que empecé también a bordar otras prendas, pero no solo artesanales, sino también jeans, chamarras, sacos, de todo. Eso sí, hacía cosas que me gusta hacer.

    Los accesorios siempre me han gustado. Entonces, cuando pude ahorrar un poco, compré algunas cuentas y piedras y empecé a hacer pulseritas, aretes, cosas chiquitas. También esas cosas se empezaron a vender bien. Con el paso de algunos años mi puesto creció y pude ocupar un localito aquí en Santo Domingo. Mis hijas también crecieron, ya estaban grandecitas y tenían sus propias ocupaciones. Pero entre ellas me apoyaron al formalizar mis diseños en una marca, “Ámbar Adela”, hicieron las etiquetas para varias líneas y así… Pues aquí seguimos —culmina con una sonrisa.

    Fuerza vital

    Yo escucho con admiración. Sobre todo porque sé lo que cuesta formar una marca de joyería por experiencia propia, y no es nada fácil. Le cuento que hace años tuve mi marca “Luna de Plata” y que la dejé cuando ya tenía casi todo en forma.

    —¿Y por qué? —me pregunta.

    Con vergüenza debo admitir:
    —Falta de experiencia, pero sobre todo, miedo. Miedo a fracasar.

    Al ver a Adela tan tranquila y tan llena de confianza, ahí parada frente a mí entre todas sus mercancías, me apresuro a contarle que ahora, años después, comprendo que puedo hacer lo que quiera. Que apenas ahora siento la confianza y me atrevo también a encarar mis miedos como son. Le cuento que estoy sobreviviendo el cáncer y que estoy llena de planes que para mí son muy concretos: este viaje por México, mi consultorio como terapeuta, mis actividades de comunicación y apoyo a otros pacientes de cáncer, y mi estudio de psicología que empezaré en breve (en cuanto me deje la anemia que me trae cortita).

    Ella me dice:
    —Todo te va a salir bien, yo lo sé. Las cosas que se hacen con amor, con motivación, paso a paso, siempre salen bien. Porque así trabaja Dios.

    Y por la forma en que lo dice, siento en cada palabra la certeza. Mi cuerpo vibra con una serenidad profunda. Y en ese momento yo comprendo que a ella la mueve la fuerza vital.


    Adela y su espíritu inquebrantable

    Adela demuestra que la fuerza vital no es solo continuar cuando todo está en contra. Es encontrar la alegría en las pequeñas cosas, sentir el amor en todo lo que haces. Es saber que, pase lo que pase, siempre tienes la fuerza dentro de ti para empezar de nuevo.

    Y así sigue ella, con una sonrisa y una energía imparable, sus manos que no dejan de crear, su corazón siempre abierto para su familia y sus clientes. Con el espíritu inquebrantable de una mujer que se empeña en amar la vida pase lo que pase. Su historia no es solo una historia de valentía, sino también una oda a la fuerza del corazón.


    ¿Cuántas veces has tenido que empezar de nuevo? ¿Cuáles son las cosas pequeñas que te dan alegría?
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    Si no reconoces la Fuerza Vital en tu propia vida, o sientes que la perdiste de vista en el camino:

    Dime. Estoy a un mensaje de distancia sin importar donde vives.


    Life Force Stories | Part 2

    Credits: Pictures from Adela Gómez Facebook page | Picture ‘Adela in Santo Domingo Market’ generated with AI, based on my own pictures.

  • Omar Fabián: la fuerza creativa

    EL DÍA QUE CONOCÍ A OMAR, YA CASI NO LO CONOZCO. FUE PURA CASUALIDAD QUE MI MIRADA CAYERA EN SU TALLER JUSTO CUANDO YA HABÍA DECIDIDO RENDIRME A LA DEBILIDAD CAUSADA POR EL TRATAMIENTO ANTICANCERIGENO – AL FIN YA HABÍA VISTO SUFICIENTES TALLERES Y ARTESANÍAS DE BARRO NEGRO. PERO ESA CASA DE LA ESQUINA, TOTALMENTE PINTADA DE NEGRO, PICÓ MI CURIOSIDAD. ¿CÓMO NO LA HABÍA VISTO ANTES? ASÍ QUE DECIDÍ ENTRAR. ESA VISITA ESTUVO MARCADA POR LA CURIOSIDAD Y ME DESPERTÓ LA MENTE. CONOCÍ A ALGUIEN QUE TODO LO VE CON OJOS NUEVOS. IMPULSADO POR EL AMOR A SU TRABAJO Y A LAS NUEVAS IDEAS. OMAR ELEVA SU LEGADO ANCESTRAL AL NIVEL DE ARTE.

    La historia de Omar

    Era mediodía en San Bartolo Coyotepec, el pueblo era azotado por el sol abrasador y el polvo. Mi amiga Tania, Fer y yo ya habíamos recorrido varios talleres con las típicas artesanías de barro negro de Oaxaca. Yo débil debido a la anemia extrema causada por el tratamiento; me chocaba admitir que tenía que abandonar la visita para ir a comer y descansar. Me consolé pensando: “da igual, al fin que ya había visto suficientes talleres y barro negro por hoy”… Justo cuando estábamos a punto de ir a almorzar antes de irnos, noté una casa completamente pintada de negro en la esquina opuesta. A todas luces, era un taller que no habíamos visto antes. . .

    Al entrar, fue como redescubrir el barro negro. Los diseños eran una reinvención; todo era especial. “Estás de acuerdo en que esto no es típico, es diseño”, me dijo Tania. Cuanto más avanzábamos, más crecía nuestra impresión: las formas eran más atrevidas, los tamaños más grandes, los diseños más creativos. Incluso la manera de usar el barro era diferente: lo veía en paredes, pisos, cuadros y hasta urnas.

    En ese momento, un joven pasó apurado; era Omar Fabián, uno de los tres hermanos dueños del taller y el autor de esas innovaciones.

    Mi curiosidad estaba más que despierta, así que decidí hacerle una pregunta, que dio pie a una conversación inspiradora:

    “En los años que llevo comprando barro negro, nunca había visto que se aplicara de esta manera. ¿Son tus ideas?”

    Al principio, él fue muy cortés, pero parecía poco interesado. “Gracias”, respondió, un poco sorprendido, “sí, son mis diseños”.

    “Esto va más allá de lo tradicional. ¿Qué te ha llevado hasta aquí?”

    Noté que ahora sí había captado su atención, quizá porque percibió que mi interés era genuino. Y entonces empezó la conversación. Me habló del legado de su familia, con más de tres generaciones de artesanos de barro negro. También de sus estudios de diseño en la Universidad de Oaxaca. De cómo combinó su herencia, sus conocimientos y su curiosidad por desafiar los límites de “lo posible”. Respetando las enseñanzas de generaciones de artesanos, mejoró la calidad de los acabados y aplicó sus estudios de diseño para crear nuevas formas. Experimentó con técnicas, formatos y aplicaciones innovadoras.

    Llevando ideas a realidad

    Así ha contribuido al desarrollo del taller familiar. A medida que crecía como artesano, también lo hacían los proyectos que emprendía. “Empecé a aceptar propuestas de hoteles, restaurantes y museos que me pedían, por ejemplo, una instalación mural de hormigas gigantes, un nicho grande decorado con mariposas en vuelo, o una barra de hotel con ‘azulejos’ geométricos”. El reto no era solo el diseño visual. ¿Cómo llevas esas ideas a la realidad? El barro negro es frágil, pero las formas delicadas deben soportar la instalación, el transporte y las variaciones de temperatura. Esos nuevos requisitos me han llevado a experimentar con técnicas y formas novedosas”.

    Explorando límites 

    No pude evitar ver el paralelo con los altibajos de vivir frente a la adversidad, algo que yo misma he experimentado desde mi diagnóstico de cáncer. De repente, te encuentras en una situación inesperada que te obliga a desarrollar nuevas habilidades. Y para lograrlo, tienes que recurrir tanto a lo que te han enseñado como a lo que has aprendido por tu cuenta.

    “No todo puede salir perfecto. Volver a hacer, volver a intentar, hasta que salga.” Omar Fabián

    Omar también enfrenta momentos de dificultad, que generan incertidumbre. Sin embargo, se percibe un impulso en él, una confianza en el futuro. Tal vez, es la confianza en su capacidad de moverse en la incertidumbre y encontrar soluciones, de generar nuevas ideas. Su amor por el oficio ancestral heredado y su creatividad son su fuerza. Aunque él no lo diga explícitamente, pero se le nota.

    Con agua y unos mezcales de por medio, compartimos experiencias

    Con agua y unos mezcales de por medio, Omar y yo compartimos experiencias y concluimos que así seguiremos. Enfrentando el temor, con confianza. Podrás estar triste o cansado por momentos, pero en el fondo no tienes miedo. Sabes que la solución viene, confías en la fuerza que te mueve.

    Esa fuerza no es grandiosa, como la conversación con Omar bien me recuerda. Se manifiesta de forma sencilla, como saber ver el mundo con un par de ojos nuevos. Igual que hacen los niños. Ahora entiendo que ese día, Omar reconoció en mi curiosidad la suya propia, la misma que parece impulsarlo en todo lo que hace.

    Ahora dime, ¿qué te ayuda en tiempos de inseguridad? ¿Reconoces la fuerza creativa en tu vida?
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    Si no reconoces esta dichosa Fuerza Vital en tu propia vida, o sientes que la perdiste de vista en el camino:

    Dime. Estoy a un mensaje de distancia sin importar donde vives.


    Life Force Stories | Part 1

    Credits: Pictures Barro negro from @omarsutra | Picture ‘Omar and Alba’ from my personal files

  • The Roundabout Route – navigating stressful situations

    WHEN FACED WITH TENSE ENCOUNTERS WE OFTEN REACT FROM PAST EMOTIONS. AFTERWARDS, WE WISH WE WOULD HAVE DONE DIFFERENTLY, SAID BETTER WORDS, BEEN MORE ASSERTIVE. TAKING THE ROUNDABOUT ROUTE GRANTS US AN ALTERNATIVE TO RESPOND APPROPRIATELY.

    Conflicts, hospitals, bosses… When facing a challenging time in our lives, the triggers can be anywhere. And then we often react from past emotions. Something really intense that left its mark. Understandable, yet irrelevant to the present. Hence, our response is ineffective. 

    Highways to the past

    Picture this: Stressful confrontations are like highways to past situations and emotions, speeding ahead with our reactions. But they don’t belong to the present. That’s why our responses often miss the mark. But there is an escape way.

    The Roundabout Route - Strategy to navigate stressful situations

    The Roundabout Route:

    Slowing down grants us the crucial pause to recognize these emotions before they escalate. Construct a roundabout amid the highway. It provides the delay and an alternative route to an effective response that aligns with the present self.

    1. Define your own effective response. Suitable for you, here and now. How do you want to behave? What do you want to achieve in the situation? For example: “I want to be assertive yet polite,” “I want to be more enthusiastic,” etc.
    2. Self-awareness. Learn to recognize early signals: your physical reactions, emotions, and thoughts. Be aware before they escalate. For example: Heart beating faster, hands sweating, tense stomach, eyes looking down…
    3. Delay! Keep reactions and emotions in sight but do nothing. Breathe. Take a moment to calm down. This will give you the time to choose your desired, effective response.

    And keep driving the route. Like any other path, it takes time to learn by heart. The more you take it, the easier it will become. Granted.

    The Roundabout Route is made in collaboration with psycholoog Theo Verhoeven. It is one of my compilation of Life Force Tools, practical strategies to build resilience in adversity.

  • Mindfuck

    Getting yourself and your life together through adversity is not easy. It is a whirlwind of thoughts and feelings. I wrote this post on one of those days.

    Lee la version en español

    WAITING IS NOT THE SAME AS PASSIVITY

    Today I tell myself that because I believe I need it. In these first weeks of the year, I’ve been making plans with my goals in mind: traveling, starting a blog, attending school, processing my work disability, mastectomy, and reconstruction. And everything seems to be hanging in the air. Because in the process, we have to deal with other people, schedules, doctors, schools. Weeks go by from appointment to appointment. And I, on a day like today, where I don’t see progress, oscillate between assuming the wait with a sense of guilt and the impulse to do something, anything; also with a sense of guilt.

    TICK | Do something. Make a decision. Book the first trip, buy the website. I wonder how it’s possible that all things are pending. Do others experience the same? Or is it the universe telling me something? Do I have to set things in motion, get the machinery running? Yes, no?

    TOCK | But… what if I make a bad decision? Because I’m impulsive… One must have patience for things to mature, like fruits. Everything has its time.

    TICK | But I feel that in recent years my lack of efficiency in achieving my goals has become evident. Other people just plan a trip, and that’s it. They change jobs, and that’s it. They schedule an appointment, and that’s it. And everything gets tangled up for me.

    TOCK | And what I see as I write these lines is that perhaps… the key point is to persist in these uncertain times. Breathe and continue. Just keep acting, remembering the why, those darned goals, but accepting the natural rhythm of things. So that they ripen.

  • The Self-esteem batteries – nurturing self-worth

    HEALTHY SELF-ESTEEM IS NURTURED IN CHILDHOOD THROUGH CONSISTENT POSITIVE REINFORCEMENT, ENCOURAGEMENT, AND VALIDATION. WE GET THAT MOSTLY FROM OUR PARENTS, FAMILY AND FRIENDS. BUT WHAT HAPPENS WHEN WE DON”T?

    When this foundation is lacking due to life’s adversities, people may develop a dependency on others for validation and self-worth. This reliance on external validation can lead to a perpetual cycle of seeking approval from others to bolster their sense of self-esteem, rather than cultivating it from within.

    The Self-esteem battery

    Think about it as a battery. A self-esteem battery that originally wasn’t properly loaded; and now goes easily empty. Consequently, you need to recharge the battery more often than usual. There are two recharging strategies.

    1. Dependent Child. Connecting the charging cables to an external limited source. This is about seeking validation from another person. For example a partner or a boss. Usually people go automatically for this one. The disadvantage is that we maintain dependency on a limited resource.

    2. Autonomous Adult. Recharging from its own power bank. This is about creating a self-esteem buffer. This strategy entails three simple steps:

    • Identify the down in self-esteem and your need to seek validation, it’s a pattern. What triggers it?
    • Calm yourself down. Do nothing, call no one. Breathe. Realize, eventually you will feel better and be able to find solace by yourself. All you need is take time to calm down.
    • Be mild and confident. Take small steps, having setbacks is normal. Practice grants succes. 

    While this approach demands practice and patience, it creates a self-owned and always available source.

    The Self-esteem Batteries card is created in collaboration with psychologist Theo Verhoeven. It is one of my compilation of Life Force Tools, practical strategies to build resilience in adversity.

  • Raising flags – When great adversity strikes

    THIS IS MAYBE THE MOST SIGNIFICANT IMAGE FOR ME DUE TO THE PAST YEAR. THIS IS WHY, ONLY FOR THIS TOOL, I WILL TELL A LITTLE BIT OF MY STORY ADDITIONALLY TO THE EXPLANATION. BECAUSE THIS IS HOW I FOUND MY WAY AMID OF MY OWN GREAT ADVERSITY.

    It’s the beginning of 2023. I am at the hospital and I just heard I had cancer. I have never been so scared as that day. Like being struck by lightning. My whole universe changed forever and there I was in a new dimension. Paralyzed at first. But then, I started breathing again. This was surreal: I was breathing thin air, and at the same time I felt some kind of inner strength. Acceptance came, and I saw two scenarios next to each other. At one I was facing my own prompt mortality, at the other one I saw my body healing. Both are very real. And I took them both so I could LIVE instead of just moving through life. The way to live this new life is represented in this image of raising flags.

    Raising flags in adversity

    When great adversity strikes, you might feel paralyzed. However, the reality is that we -our bodies, minds and souls- are very resilient. Even when it doesn’t feel like that. We are resilient. Great adversity blinds us and confuses us. It hurts bad, that’s true. But eventually we will restart. We will pick up the thread of life.

    Solid base

    Because we are confused by the strike and the mess left behind it’s difficult to find sense. But the pieces are there, good and bad pieces. To start rebuilding, a solid base is needed. A REALISTIC one. Not false hope, not desperation. You need to see what it really is there: The good and the bad. As it is. This requires RADICAL ACCEPTANCE of the bad and RADICAL AWARENESS of the good that is still there. And then it’s a lot like business, although not as usual.

    Preparing for the worst

    By radically accepting the bad, the ugly, the inconvenience and the imperfection you will see your WORST-CASE SCENARIO. This is what you want to be prepared for. Here you will find practical stuff like finances and householding, but also work and relationships. The goal is pursuing safety. In my own worst-case I put my testament, a short holiday with my family, my short-term health and the need to stop working (although it was painful).

    Aiming for the good

    Being radically aware you will be able to see the good, your BEST-CASE scenario. This is what you want to aim for. Here you will find also practical stuff, work, health, relationships, but at a deeper level. You will find here spirituality, purpose and development. Questions like: does my work still fit? Do I need a big house or can I live in a smaller one so I can travel more? Do I want stronger bonding with my family, children or friends? What can be possible? This scenario has nothing to do with false hope, but with the realistic space that you have to create your new ambitions. To enjoy life. In my scenario I put my psychology practice and going back to bouldering for example.

    RaisingFlagsinAdversity_Explanation

    Keeping the flags raised

    Raising both flags is a response to great adversity, some guidance to pick up the thread. Keeping the flags raised means:

    1. Both scenarios exist in parallel to each other.
    2. You embrace 100% each one of them.
    3. You switch between both, preparing and aiming.

    Great adversity is a part of life, it can strike anytime. We are all resilient, and we all respond to adversity in our own way. Being and staying struck is also valid, and very understandable. If you choose to raise again, this can offer you guidance.

    With love and respect.

    The Self-esteem Batteries card is created in collaboration with psychologist Theo Verhoeven. It is one of my compilation of Life Force Tools, practical strategies to build resilience in adversity.